Es muy evidente cuanto a influido la aplicación de tecnología en el ámbito logístico. La automatización de procesos contemplados dentro de una planificación y gestion de recursos y el valor competitivo que esto conlleva nos sugiere ( pero no nos obliga ) a tener que considerar que cada avance tecnológico siempre aplica en la resolución de las problemáticas que se nos presentan a menudo.
Un ejemplo es la tecnología celular. La tecnología celular va a seguir generando cambios de paradigma. Hasta no hace mucho tiempo, solo se podía trabajar con algunos celulares de alta gama con funciones especiales que hoy ya son comunes en aparatos mucho mas accesibles.
Mediante un celular o una tableta es posible navegar por la web y trabajar desde cualquier lado.
Es posible también utilizar el celular como terminal del WMS para dar indicaciones. El usuario del equipo conversa con el servidor de datos pudiendo realizar su tarea.
Lo más lógico es utilizar estos dispositivos con conexión WI-FI en el entorno local, pero también se pueden usar en cualquier lado y en depósitos abiertos tiendo en cuenta y presente el grado de seguridad que esto requiere y conlleva.
Algunas innovaciones tecnológicas tienden a cambios de paradigma. Pero insisto en que no hay que buscar esas cosas si realmente no es absolutamente necesario. Planificar un proyecto tecnológico sin considerar los efectos negativos cuando interviene el factor humano, resulta muy peligroso o mejor dicho resulta frustante cuando se depositan expectativas en que lo nuevo siempre es bueno y si es bueno entonces es mejor que lo actual.
Si la empresa tiene resuelta la cuestión de las tecnologías tradicionales y quiere innovar, puede hacerlo a través de un proyecto de testéo de esa tecnología. Esto es conveniente porque no está poniendo en juego su negocio, porque ya tiene las cosas bajo control. Hay que tener mucho cuidado con el pensamiento lateral en este tipo de proyectos.
Hay otros que no tienen un sistema implementado, quieren saltar y decir: "Yo quiero la última tecnología". No creo que sea una conducta aconsejable.
Depositar expectativas en resolver una problemática o desafío logístico a través de la implementación de tecnología sin considerar un grado de incertidumbre propio por desconocer experiencias exitosas o exteriorizarse de buenas practicas, solo puede propiciar a encontrarse con el posible fracaso del proyecto encareciendo aun mas los costos de la operación logística.
Un ejemplo es la tecnología celular. La tecnología celular va a seguir generando cambios de paradigma. Hasta no hace mucho tiempo, solo se podía trabajar con algunos celulares de alta gama con funciones especiales que hoy ya son comunes en aparatos mucho mas accesibles.
Mediante un celular o una tableta es posible navegar por la web y trabajar desde cualquier lado.
Es posible también utilizar el celular como terminal del WMS para dar indicaciones. El usuario del equipo conversa con el servidor de datos pudiendo realizar su tarea.
Lo más lógico es utilizar estos dispositivos con conexión WI-FI en el entorno local, pero también se pueden usar en cualquier lado y en depósitos abiertos tiendo en cuenta y presente el grado de seguridad que esto requiere y conlleva.
Algunas innovaciones tecnológicas tienden a cambios de paradigma. Pero insisto en que no hay que buscar esas cosas si realmente no es absolutamente necesario. Planificar un proyecto tecnológico sin considerar los efectos negativos cuando interviene el factor humano, resulta muy peligroso o mejor dicho resulta frustante cuando se depositan expectativas en que lo nuevo siempre es bueno y si es bueno entonces es mejor que lo actual.
Si la empresa tiene resuelta la cuestión de las tecnologías tradicionales y quiere innovar, puede hacerlo a través de un proyecto de testéo de esa tecnología. Esto es conveniente porque no está poniendo en juego su negocio, porque ya tiene las cosas bajo control. Hay que tener mucho cuidado con el pensamiento lateral en este tipo de proyectos.
Hay otros que no tienen un sistema implementado, quieren saltar y decir: "Yo quiero la última tecnología". No creo que sea una conducta aconsejable.
Depositar expectativas en resolver una problemática o desafío logístico a través de la implementación de tecnología sin considerar un grado de incertidumbre propio por desconocer experiencias exitosas o exteriorizarse de buenas practicas, solo puede propiciar a encontrarse con el posible fracaso del proyecto encareciendo aun mas los costos de la operación logística.